- 150 g de anacardos al natural
- 120-140 ml de agua fría
- 1 cápsula de Acidophilus lactobacillus
- 1/4 de cucharadita de sal fina sin yodo
- 1 cucharada de levadura nutricional
- Zumo de 1/2 limón
UTENSILIOS
- Batidora de mano o licuadora
- Tela quesera/muselina/gasas
- Colador
- Bol pequeño
PROCEDIMIENTO
¡TODOS LOS PASOS DEBEN REALIZARSE CON LAS MANOS Y LOS UTENSILIOS LIMPIOS!
- Remojamos los anacardos durante 8 horas para activarlos.
- Una vez activados, los colamos, los lavamos bajo un buen chorro de agua fría y los batimos junto con el agua.
- Añadimos el contenido de la cápsula de probióticos y batimos nuevamente para mezclar, pero poco para que las bacterias no mueran con el calor de las cuchillas en movimiento.
- Colocamos el colador sobre un bol, y sobre el colador, la muselina, la tela o la gasa que se vaya a usar.
- Vertemos la pasta de anacardos sobre la muselina y cerramos, formando un paquetito. El líquido que drene caerá al bol.
- Dejamos a temperatura ambiente durante 24-48 horas. A más horas, más sabor. En verano harán falta menos horas y en invierno harán falta más.
- Pasado el tiempo de fermentación, pasamos la pasta de anacardos a un bol, le añadimos la sal, el zumo de limón y la levadura nutricional, y mezclamos.
- Lavamos el colador y ponemos una muselina limpia encima.
- Vertemos nuevamente la pasta de anacardos ya fermentada y aliñada, y volvemos a cerrarla formando un paquetito, pero esta vez lo llevamos a la nevera. Seguimos poniendo un bol debajo por si drena algo de líquido.
- Desde este punto, solo hay que cambiar la muselina por otra limpia una vez al día durante 3-4 días. Cuando la consistencia sea firme y manejable, estará listo.
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