[Base]
- 150 g de copos de avena (certificados sin gluten para la versión GF)
- 100 g de dátiles deshuesados
- 100 g de harina de almendra (almendra molida)
- 50 g de aceite de coco
- 1/4 de cucharadita de vainilla en polvo
- 2 cucharadas de leche de avena sin azúcar (certificada sin gluten para la versión GF, o usar leche de arroz)
[Relleno]
- 400 ml de leche de avena sin azúcar (certificada sin gluten para la versión GF,
o usar leche de arroz)
- 200 ml de nata de coco, u otra nata vegetal
- 2 cucharadas de extracto de vainilla
- 100 g de eritritol glass (eritritol pulverizado con la licuadora)
- 1 rama de canela
- 3 tiras de piel de limón, yo las hago pelando el limón con el pelapatatas
- Pizca de cúrcuma, para darle el característico color
- 2 g de agar-agar en polvo
- 2 cucharadas de agua fría
PROCEDIMIENTO
[Base]
- Procesamos todos los ingredientes hasta que quede una mezcla de consistencia arenosa y húmeda.
- Echamos la mezcla en el molde y vamos aplastando con lo dedos hasta cubrir todo el interior, tanto la base como los bordes interiores.
- Refrigeramos y, mientras, preparamos el relleno. Se puede meter en el congelador para un enfriado más rápido, pero cuidado con pasarnos de tiempo y que se congele.
[Relleno]
- Mezclamos y calentamos todos los ingredientes (excepto el agar-agar y el agua fría) en un cazo a fuego medio-alto, hasta que empiece a hervir, removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue.
- Añadimos la rama de canela y las tiras de limón y las dejamos infusionanro 5 minutos, no demasiado, solo deben aportar un puntito de sabor.
- Pasados los 5 minutos, retiramos la rama de canela y las tiras de limón.
- Diluimos el agar-agar en el agua fría y lo echamos a la cazuela.
- Cronometramos 5 minutos, que es el tiempo que el agar-agar necesita para activarse.
- Pasados los 5 minutos, retiramos del fuego y dejamos que atempere antes de verterlo sobre la base de la tarta.
- Una vez atemperado, removemos un poco la mezcla con unas varillas por si se han formado grumos y la vertemos sobre la base.
- Refrigeramos, mínimo 2 horas, pero yo prefiero toda la noche.
- Espolvoreamos un poco de canela en polvo... ¡y lista!
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