Croquetas veganas de espinacas y queso feta


INGREDIENTES

- 1 kg de espinacas, frescas o congeladas (yo usé congeladas)
- 2 dientes de ajo, rallados o picados finamente
- 1 bloque (200 g) de queso feta vegano (yo usé Violife estilo griego)
- 100 g de harina integral de espelta
- 500 ml de leche vegetal sin azúcar añadido, yo usé de soja
- 1 cucharadita de cebolla molida
- 1/4 cucharadita de nuez moscada
- 1/8 cucharadita de pimienta negra
- 1 cucharadita de sal
- Nohuevo:
    · 40 g de harina de garbanzo
    · 150 ml de agua
    · Pizca de sal negra (kala nama) o sal normal
- Harina de almendra (almendra molida), la cantidad que sea necesaria
- AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)

PROCEDIMIENTO

- Lo primero que haremos será deshidratar las espinacas. Yo prefiero no cocerlas para preservar los nutrientes, así que lo que hago es ponerlas en una sartén a fuego medio y dejo que pierdan el agua poco a poco, removiendo de vez en cuando.
- Una vez deshidratadas, en otra sartén, calentamos un buen chorro de AOVE a fuego medio-alto y añadimos las espinacas deshidratadas.
- Pasados unos 5 minutos, añadimos los ajos y los doramos.
- Agregamos el bloque de queso feta vegano (mejor troceado para que derrita antes) y removemos constantemente hasta que se integre con las espinacas.
- Incorporamos la harina, mezclamos y la dejamos tostar unos 5 minutos.
- Añadimos las especias y la sal, y removemos para mezclar.
- Vertemos la leche de soja poco a poco, removiendo y mezclando. La masa estará lista cuando coja cuerpo, no se pegue y se mueva como una «entidad».
- Refrigeramos la masa, cuanto más mejor. Si tenéis prisa, lo mejor es extenderla en platos llanos. Si no, mejor toda la noche en la nevera en un tupper.
- Tomamos masa con una cucharilla y le damos forma de croqueta con las manos.
- En dos cuencos o platos hondos, colocamos, por separado, el nohuevo y la harina de almendra. Pasamos cada croqueta primero por el nohuevo y después por la harina de almendra.
- Las depositamos en un plato llano y las llevamos al congelador hasta que queden duritas. A mí me gusta más congelarlas que hacerlas al momento, me gusta más cómo quedan, y no se ahuecan por dentro al cocinarlas.
- Una vez que estén bien congeladas, las podemos freír en freidora o en una sartén con AOVE muy caliente, la cantidad justa para que cubra la mitad de cada croqueta. También se pueden hacer al horno a 200º hasta que se vean doradas, o en aerofreidora a 180º unos 15 minutos.

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